jueves, 3 de agosto de 2017

Padre, he pecado contra el cielo y contra tí



Me ha tocado experimentar esa falta de perdón hacia mi misma y cuando pensaba en lo mala hija que he sido para Dios, repetía en mi mente este versículo: "he pecado contra el cielo y contra ti ya no merezco llamarme hijo tuyo” y fue así como decidí estudiar esta parábola tan conocida  el 'Hijo Pródigo' y leyendo muchas reflexiones por Internet.

Primero pensé… ¿Qué tipo de familia era? Dos hermanos que deberían amarse incondicionalmente pero se comportaban de manera muy egoísta.
Al hijo menor se le ocurrió reclamar su parte de la herencia. Y su padre se la da, aunque lo normal era que la herencia la recibiera cuando su padre muriera. Y  este hijo menor recibe su herencia y  vende todo para luego irse.

Luego de haber gastado todo, lo único que le preocupaba era poder satisfacer su hambre
"Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen de sobra para comer y yo aquí me muero de hambre. Me levantaré y volveré".

Hasta que un día su padre lo vio de lejos, y se conmovió; y echando a correr, se le echó al cuello y le dio un largo beso. Su hijo le dice "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros".
Y así el padre lo interrumpió, diciendo a sus criados:
"Saquen en seguida el mejor traje, y vístanlo; pónganle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traigan el ternero cebado y mátenlo; celebremos un banquete; porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado".

Y así recibió a su hijo, sin pedir cuentas ni poner condiciones, sin una recriminación ni un reproche, invitando a jornaleros y vecinos, pues un becerro da para muchos invitados.
Al llegar el hijo Mayor quien trabaja con su padre, pero aun así le reclama: "Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado".

Es decir, no se considera como hijo, sino como un trabajador mal pagado. No le llama "padre". Vive en casa del padre, pero está lejos de él en su corazón.
Su padre le contesta con mucha ternura: "Mi pequeño, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas; deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, estaba perdido, y lo hemos encontrado".

Bien sabemos que va dirigida a los fariseos, que se consideraban personas de bien, y criticaban a Jesús por andar demasiado entre pecadores. Jesús les recuerda que todos somos pecadores, que Él ha venido precisamente a salvar a los pecado
res, que todos necesitamos arrepentirnos y volver a la casa del Padre.

Además no basta con obedecer, servir y guardar los mandamientos. Hace falta amar al padre y al hermano, sobre todo si éste se halla en problemas; y no vivir con amargura, orgullo, egoísmo, resentimiento, celos y envidia.

El padre personifica el amor de Dios, perdonador y generoso. Si te regalan un billete de dinero todo sucio, tú, seguro que lo aceptarás inmediatamente. Así hace Dios con nosotros. Nos acepta como si fuéramos un billete de dinero todo nuevo y estirado. Éste es el mejor retrato de Dios que la Biblia nos ha dejado. El centro de la parábola no son los hijos sino el padre, que quiere restaurar a la familia que se ha roto.

Me hizo comprender cuan grande e inmenso es el Amor de Dios, aun en nuestra desobediencia, Dios nos hace ver su incondicional Amor y como todo lo usa a nuestro favor.
Quizás mi lejanía no se provocó cuando decidí tomar mi herencia e irme, si no que fui como el hermano del hijo prodigo, trabajaba para Dios pero no estaba siendo su hija, si no que solo una trabajadora, cuando me aparte,  lo necesite y sus brazos estuvieron abiertos en mi llegada y cambio una vez más  mis pensamientos y mi corazón y pude dar un paso más a mi crecimiento espiritual.

Dios todo lo usa a nuestro favor y su Amor y misericordia jamás se apartara de nosotros

miércoles, 24 de mayo de 2017

Amor que da vida






¿Cuantas veces hemos sentido que no podemos más? ¿Cuantas veces hemos sentido que nada tiene sentido? ¿Cuantas veces hemos tenido que luchar con nosotros mismos para seguir avanzando?... Yo me detuve y por un momento sentí que le había fallado a Dios, sentí que no podía retomar mi relación con él, porque no podía oír su voz, porque la crisis que estaba viviendo no me permitía avanzar, me sentía estancada, aislada y vacía. Intentaba traer a mi mente todos los consejos que recibía a través de la palabra de Dios, pero me sentía incomprendida por todos los que me rodeaban. Pero entendí que Dios era el único que comprendía cada lagrima que derramaba, que muchos podían juzgarme y que muchos podían criticarme, pero Dios me amaba, Dios me comprendía y Dios estaba presente, atento a lo que mi corazón sentía, a los pensamientos de mi mente... Dios sabia cuanto lo necesitaba y cuan difícil era para mi hacer como si nada sucediera cuando realmente mi corazón estaba herido. Y comprendí que no estaba sola, que yo era propiedad de Dios, que Dios había vencido la amargura de mi vida, la tristeza, la crisis, la derrota.... porque mayor es ÉL, que el que esta en este mundo (1 juan :4) y logre oir en mi corazón a Dios diciéndome "Todo va a estar bien, Mi Amor te da vida".


Quizás estas viviendo un proceso en tu vida, en donde te sientes incomprendida y todo lo que te digan pueden ser palabras que se las lleva el viento, palabras vacías que no logran cambiar tu soledad o tu problema. Pero en ese lugar silencioso y oculto en donde solo lograr oír tus propios pensamientos, en ese lugar esta Dios, atento esperando que le habrás la puerta de tu corazón, para que él comience a ordenar todas las ideas de tu mente y comenzar a desechar aquellas que solo te lastiman, aquellas que te alejaban de su presencia. Porque cuando somos hijos de Dios estamos seguros que no estamos solos, que de los ojos de Dios no nos podemos ocultar y sabemos que él todo lo sabe y como creador de nosotros mismos no existe nadie en el mundo que nos conozca mejor que Él, no importa lo que digan los demás, no importa nada cuando comprendes que Dios a través de todo ese dolor, Èl obraba a tu favor de una manera sorprendente, porque su palabra nos dice que : Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto. (Proverbios 4:18) , este no es el fin, este es un nuevo comienzo de Dios obrando en ti, de Dios moldeandonos, enseñándonos que nada somos apartados de él, que podemos vivir de apariencias pero que a Dios no podemos engañar, Dios nos enseña que le necesitamos en todos los aspectos de nuestra vida, que a ÉL no lo podemos dejar ajeno a nada que nos suceda, Dios es Fiel y su Amor da vida.


Dios nos da esa valentía y perseverancia con todo su Amor para reactivar nuestros huesos secos y decirnos: " levántate y anda que ha llegado el momento de caminar" , y nos levantaremos y andaremos en busca de nuestro creador, estamos vivos, seguimos este caminar, seguimos respirando por que Dios todo poderoso así lo ha querido.

Quizás estuvimos detenidos. observando, analizando, cuestionándonos a nosotros mismos, pero ya es tiempo de seguir avanzando, de perdonarnos, de levantarnos y continuar glorificando a Dios. 

Dios jamas permitirá que nos perdamos en la crisis o en la prueba, Dios nos enseña que TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALECE. Miremos al cielo, respiremos profundo y solo digamos : GRACIAS DIOS!!, GRACIAS PADRE POR PERMITIRME VIVIR TODO LO QUE HE VIVIDO, TODO NOS EDIFICA CUANDO DIOS ESTA EN MEDIO.... no existe circunstancias adversas para los hijos de Dios, en donde no seamos beneficiados a través de ÉL, porque no se trata de nosotros, se trata de JESÚS. Fue un tiempo donde Dios nos humillo, para que podamos reconocer su soberania, su Poder, su autoridad, su Amor infinito e incondicional y reconocer que somos llamados para triunfar, 

Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
2 Corintios 4:8-9