miércoles, 12 de junio de 2013

Rendirnos... pero a los Pies de Dios.



En estos tiempos la solución más fácil para quienes experimentan momentos difíciles, de dolor, desilusiones… es rendirse y hacernos a un lado del camino. Queremos escapar de todo y cerramos nuestro corazón a la voluntad de Dios. Nos olvidamos de las hermosas promesas de Dios y del poder que tiene Dios para levantarnos y restaurarnos espiritualmente. 
Isaías 40:31 "…pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán".
Personalmente varias veces se me ha pasado por mis pensamientos rendirme y dejar de luchar dejando del lado el propósito que Dios tiene en mi vida, pero recuerdo su FIDELIDAD y mi corazón nuevamente se llena de esperanza y de amor, porque quizás muchas veces nosotros hemos pensando en rendirnos, pero aún así Dios sigue siendo FIEL a nosotros. En su palabra nos dice: "Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal."(2 Tesalonicenses 3:3) Rendirnos es creer que Dios no tiene el poder para ayudarnos, Dios nos deja claro en su palabra que en el mundo tendremos aflicción, pero también nos dice que en él tendremos PAZ y nos recuerda que debemos confiar en ÉL, porque Él venció al mundo… porque su amor y su poder supera cualquier problema que estemos pasando, Si queremos detenernos un momento en nuestro caminar que no sea para retroceder, si no que para mirar hacia el cielo y pedirle a Dios nuevas fuerzas, porque cuando crees que esta Dios contigo en todo momento es cuando comienza tu relación FIEL con Dios y es la llave para abrir la puerta a todas sus promesas.

Y si queremos rendirnos que sea delante de la presencia de Dios y para permitir que nos restaure que nos ayude a levantar nuestras alas como las águilas y volar por sobre todos nuestros problemas y no ser parte de esa tormenta de dolor, de aflicción, si no que permanecer en lo más alto siendo dirigidos y fortalecidos por Dios y de esa manera darnos cuenta que juntos a Dios toda carga se aliviana y que Dios es el Dios de lo Posible para él no existe nada imposible; Que mejor confianza que permanecer de la mano de nuestro Padre Celestial y ser vencedores por medio de aquel que NOS AMÓ, NOS AMA Y NOS AMARÁ ETERNAMENTE.

"Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, 
porque TÚ estarás conmigo;" 
Salmos 23:4

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